Cáncer de mama
18/Oct/2023 3:01pm
¿Sabías que el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente, y la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en todo el mundo?
El cáncer de mama es una enfermedad que no debe ser tomada a la ligera, este tipo de cáncer ocupa el quinto lugar de muertes en mujeres a nivel mundial. En tan solo 2020 se registraron más de 2,3 millones de casos en mujeres en todo el mundo, así como más de 685,000 fallecimientos por esta misma causa, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en México se detectaron cuatro mil 780 casos nuevos y dos mil 225 defunciones en 2021, con una tasa de incidencia de 25.14 por cada 100 mil y una tasa de mortalidad de 11.70 por cada 100 mil.
Las estadísticas son preocupantes a nivel mundial, por lo que cada 19 de octubre se ha establecido como el Día Internacional de Lucha Contra el Cáncer de Mama, una fecha donde se busca aumentar la concientización y promover la detección regular y temprana del cáncer de mama.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), el cáncer de mama es una enfermedad donde las células que componen a la mama sufren alteraciones que se multiplican sin control, dando así lugar a la formación de tumores, los cuales, al no ser tratados pueden propagarse a otros órganos (metástasis), causando así la muerte del paciente. Existen diferentes tipos de cáncer de mama, es importante mencionar que este dependerá de qué células de la mama se convierten en cáncer.
Entre los tipos más comunes de cáncer de mama se encuentran:
El carcinoma ductal invasivo, donde las células cancerosas comienzan en los conductos y posteriormente crecen fuera de estos hacia otras partes del tejido mamario.
Y el carcinoma lobulillar invasivo, en el cual las células cancerosas comienzan en los lóbulos y más tarde se extienden hasta los tejidos mamarios cercanos.
Algunas investigaciones han identificado que los factores hormonales, de estilo de vida y ambientales pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama, sin embargo esto no está completamente comprobado. De igual manera se tiene la hipótesis de que el cáncer de mama sea causado por una interacción muy compleja del perfil genético y medio de ambiente de las personas.
Se calcula que aproximadamente entre el 5% y 10% de los cánceres de mama se relacionan a mutaciones de genes pasados de generación en generación. Algunos de estos genes son el gen 1 (BRCA1) y el gen 2 (BRCA2) de cáncer de mama, los cuales aumentan significativamente el riesgo de padecer este tipo de cáncer, así como de ovario.
De manera general, de acuerdo con Mayo Clinic, entre los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama se encuentran:
Ser mujer y tener una edad avanzada.
Tener antecedentes personales y familiares de cáncer de mama o enfermedades mamarias.
Contar con genes hereditarios que aumentan el riesgo de cáncer de mama.
Exposición a la radiación.
Obesidad.
Comenzar a menstruar a una edad temprana.
Comenzar la menopausia a una edad más avanzada.
Terapia con hormonas posmenopausia.
Consumo de alcohol.
Entre otros.
Se recomienda que si cuentas con antecedentes familiares significativos de cáncer de mama o de otros tipos de cáncer, consideres contactarte con un asesor genético y realizarte los análisis necesarios para identificar las mutaciones específicas en BRCA u otros genes transmitidos por generaciones.
El cáncer de mama presenta una variada combinación de síntomas, sobre todo si este se encuentra en una fase más avanzada, algunos de estos incluyen:
Cambios en la forma, tamaño, color o aspecto general del seno.
Aparición de hoyuelos, enrojecimiento, grietas u otras alteraciones en la piel del seno.
Engrosamiento o nódulos en el seno, los cuales muchas veces no causan dolor.
Aspecto anormal del pezón o aréola.
Secreción de líquido en el pezón.
Aunque hoy en día no se han determinado las causas exactas de este padecimiento, existen diversos factores que pueden aumentar las probabilidades de desarrollarlo. Muchos de estos factores se asocian con el estilo de vida del paciente.
A continuación te presentamos algunas acciones recomendadas por la CDC que se pueden llevar a cabo para la prevención del cáncer de mama.
Tener un peso saludable y hacer ejercicio con regularidad (al menos 30 minutos al día) puede ayudar a disminuir el riesgo de tener cáncer de mama.
Llevar una dieta saludable podría reducir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como lo es el cáncer de mama.
Come cereales integrales, legumbres, verduras y frutas en abundancia.
Limita los alimentos y bebidas de alto contenido calórico (ricos en azúcar o grasas), así como aquellos con alto contenido de sal.
Evita las carnes procesadas y limita el consumo de carne roja.
En caso de consumir bebidas alcohólicas de cualquier tipo, es recomendable limitar su consumo.
Si te encuentras recibiendo terapia de reemplazo hormonal o anticonceptivos orales como píldoras, consulta a tu médico sobre los riesgos de estos.
Si eres madre de un bebé, es recomendable que le des pecho. De acuerdo con el Código Europeo Contra El Cáncer, el riesgo de cáncer de mama se reduce aproximadamente en un 4 % por cada doce meses acumulados de lactancia.
Si tienes antecedentes familiares de cáncer de mama o cambios heredados en genes BRCA1 y BRCA2, habla con tu médico para la realización de estudios de prevención.
Realizar autoexploraciones mamarias al menos una vez al mes, a partir de los 20 años, preferentemente 7 días después de la menstruación es fundamental. A continuación te mostramos cómo:
I. Observa: Frente al espejo, busca cambios en la forma, tamaño o superficie de la piel. Hazlo con los brazos a los lados, manos detrás de la cabeza, codos y hombros ligeramente hacia adelante y manos en la cintura.
II. Toca: Busca bolitas, zonas dolorosas, abultamientos o consistencia diferente al resto de la mama. Esto lo puedes hacer de dos maneras:
Si tienes 34 años o más y cuentas con antecedentes familiares de cáncer de mama, es recomendable realizarse una mastografía. En caso de no tener antecedentes, se recomienda hacerla cada 2 años, a partir de los 40 y cada año a partir de los 50.
El tratamiento dependerá de cada paciente y el tipo de cáncer de mama que presente, así como del grado de diseminación de este. Las personas con cáncer de mama suelen recibir más de un solo tipo de tratamiento.
Los tratamientos más comunes suelen ser:
Cirugía. Una operación donde usualmente se extirpa el cáncer de la zona afectada.
Quimioterapia. Utilizada para reducir o matar las células cancerosas, puede ser vía oral (pastillas) o por inyección en las venas.
De igual manera se encuentra la terapia hormonal, la terapia biológica, o bien, la radioterapia.
Es importante siempre acudir a tu médico de confianza para obtener un diagnóstico y tratamiento correcto.
Se estima que 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida, por ello, la prevención debe ser un componente esencial en la lucha contra esta enfermedad; pequeñas acciones pueden hacer la diferencia.
Fuentes
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