Dolor
21/Feb/2024 5:04pm
En la era moderna, con la creciente dependencia de la tecnología y la evolución de la vida laboral hacia entornos de oficina, surge un desafío de salud que afecta a muchos: el síndrome del oficinista. Esta condición, también conocida como sedentarismo laboral, incluye una serie de desafíos físicos y mentales que merecen nuestra atención y comprensión. A continuación, exploraremos algunos de los signos más comunes de este, sus causas, y cómo ayudar a combatirlo.
El síndrome del oficinista no se trata como una enfermedad específica, sino que abarca una amplia variedad de problemas de salud, mejor conocidas como enfermedades modernas del siglo XXI. Se trata de un conjunto de dolencias que sufren las personas que pasan largas horas en un escritorio frente al computador, justamente desarrollando trabajos de oficina, mejor conocidos como “godínez”.
Estas patologías son sin duda alguna mucho más comunes entre la población y sus orígenes se encuentran estrechamente asociados con el estilo de vida actual. De acuerdo con Bumrungrad International Hospital, los síntomas más comunes de este síndrome son:
Entre las causas más comunes del síndrome del oficinista se encuentran:
Sabemos que no hay manera de escapar de una jornada laboral completa sentado y en el monitor, sin embargo, hay algunas acciones que puedes implementar en tu día a día en la oficina para combatir y disminuir el conjunto de afecciones del síndrome del oficinista.
Ajustar la altura de la silla, el escritorio y la pantalla para mantener una postura adecuada es esencial. De acuerdo con un artículo publicado en Medigraphic, se menciona que, para mejorar la ergonomía en el espacio de trabajo se sugiere tener:
Incorporar pausas cortas para estirarse y moverse ayuda a contrarrestar los efectos del sedentarismo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es necesario interrumpir actividades laborales cada dos horas y realizar una pausa activa de cinco minutos, en busca de promover la salud en el ámbito laboral.
Hacer actividad física regularmente fuera del horario laboral es crucial para mantener la salud y prevenir problemas asociados. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, cada semana, los adultos necesitan 150 minutos de actividad física de intensidad moderada y 2 días de actividad para fortalecer sus músculos.
Existen analgésicos que pueden ayudarte con los dolores musculares, algunos de ellos incluyen componentes extra como vitaminas, para dar un beneficio más a tu cuerpo. Aunque pueden ser útiles para aliviar el dolor, su uso debe ser bajo supervisión médica. Es esencial destacar que los medicamentos no deben considerarse como una solución única, sino que, deben complementarse con cambios en el estilo de vida.
Recuerda que en casos de molestias mayores siempre es recomendable consultar con tu médico de cabecera para recibir un diagnóstico y tratamiento correctos.
En un mundo donde el trabajo de oficina es omnipresente, es esencial estar alerta ante los riesgos asociados con el síndrome del oficinista. Adoptar medidas preventivas, como la ergonomía adecuada y la actividad física, puede marcar la diferencia en la salud a largo plazo. Al integrar estos cambios en nuestra vida diaria, podemos desafiar los estragos de la vida sedentaria y cultivar un bienestar duradero. Mantente activo, cuida tu postura y haz del movimiento una parte integral de tu día para abrazar una vida laboral más saludable y equilibrada.
Fuentes
Dolor
Descubre las causas más comunes del dolor muscular, desde el ejercicio hasta la mala postura, y aprende cómo prevenirlo con hábitos saludables.
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